martes, 6 de enero de 2015

Graznidos en el aire


                                                     Esta mañana escuchaba la radio entre vahos después de una buena ducha calentita, cuando las palabras graznadas por el altavoz me han indignado, y de haberlos tenido, erizado los pelos de la espalda. El “inspirado” en cuestión estaba hablando del ejército español cuando ha afirmado, con la convicción de un campeón, que el sector militar es el que más ha sufrido la austeridad en este país.

   Sin ánimo de atacar al sector del cual ha salido el salario que pagó mis estudios,  y a pesar de que es cierto que en los presupuestos del Estado podemos observar que la inversión ha disminuido desde el 2012, hay que tener en cuenta que a la cifra oficial se deben sumar otras que están calculadas en otros ministerios pero que tienen como finalidad el gasto militar. El gasto previsto por el Gobierno para el año 2015 no se resume a los 5.767,77 millones de euros asignados al Ministerio de Defensa, pues según diversos analistas las cuentas disimulan otros 3.672 millones de euros en otros once ministerios. Esto sumaría unos 9 millones de euros frente a los 2.015 millones destinados a educación y los 1.317 millones a sanidad. Signo de austeridad debe ser también que nos endeudásemos con 11.470 millones de euros en 87 cazas Eurofighter. Desde mi más profunda inopia ignoro si esto era necesario o no…pero no me suena austero.

   Y hablando de graznidos, y sobre todo graznidos bien argumentados, quisiera graznar al viento mi repulsa ante el constante bombardeo de graznidos provenientes de los graznadores profesionales de los medios de comunicación. Menos mal que están ellos para advertirnos e informarnos constantemente del infierno que es Venezuela. El otro día el diario EL PAÍS graznaba en plena portada que Venezuela es el segundo país de la lista con mayor número de homicidios en el último año. Me pregunto yo si el titular no debiera encabezarlo el primer país, y no el segundo, o en su defecto, el número de suicidios provocados por la AUSTERIDAD de este Gobierno (en gasto militar?) en España, que al fin y al cabo es donde vivimos. Al menos, gracias a este titular, pude comprender que si mi voto va para Pablo Iglesias probablemente el número de asesinatos aumente escandalosamente en España, porque claro, este iletrado personaje quiere calcar a Venezuela, de hecho, en ello consiste su programa electoral, que venimos exigiéndole desde un año antes de las elecciones.

   Pero en este país no solo graznan los medios de comunicación alentados por los susurros de los poderosos, graznan también los famosos, sea cual sea el origen de su fama, y graznan también los conyugues de los famosos. Es el caso de la señora Fabiola Martínez (casada con Bertin Osborne y sufridora por tanto de la austeridad arrasadora de este país) que, amparada bajo la credibilidad que le da ser venezolana, aseguró en un programa de Tele 5 que el motivo por el cual no había vuelto a Venezuela a visitar a su familia ni a que esta conociese a sus retoños, era el temor a que Hugo Chávez, abrigado por una supuesta ley que nunca existió, le arrebatara la patria potestad de estos. Dicha pantomima fue difundida por los opositores a Chávez que sostenían la existencia de un artículo en la ley de educación que avalaba el total derecho del Gobierno de arrebatar los menores a sus familias a la edad de 3 años, permitiéndole a éstas verlos únicamente dos veces al mes. Esto fue desmentido y en ningún momento fue planteado por el presidente ni por la asamblea nacional. No es la primera vez que esta mentira se esparce, calcadita tal cual, respecto a un gobierno socialista. Es evidente que la nacionalidad venezolana no va necesariamente agarrada de la mano de la información rigurosa. Pobre Fabiola, no visita a su familia por miedo a algo que no existe.

    Fabiola como venezolana sabrá más que yo de este país del que intento no afirmar o negar nada por desconocimiento, pero como persona adinerada no puede alegar que la mochila con libros y la educación que reciben los niños venezolanos ( el índice de alfabetización  pasó del 51,2% en 1950 al 91,1 % en 1974 y al 95,1% en 2011) es una simple arma electoral para engañar a la gente, al menos, por respeto a los 781 millones de analfabetos en edad adulta que hay en el mundo. Es más, después de la comparativa de gastos en educación y defensa de este país, esa afirmación me resulta obscena en boca de una guapa adinerada, por mucho que regente una asociación altruista.

   Llegados a este punto, creo que la críticas negativas más creíbles y razonables que se han hecho en España respecto a Venezuela han salido de la boca del mismísimo Pablo Iglesias respecto a la corrupción o la falta de seguridad de dicho país.

Esto es lo que pienso y así lo he graznado.  

domingo, 28 de abril de 2013

PAPÁ, ¿POR QUÉ SOMOS DE IZQUIERDAS?


 
         Fue una de las campañas publicitarias más comentadas y premiadas, y eso, viniendo del submundo futbolístico, tiene un gran mérito. Recordemos el anuncio: un padre y a un hijo salen del Calderón, cariacontecidos por una nueva derrota del Atlético de Madrid. De repente, el  niño mira al padre y le pregunta: “Papa, ¿Por qué somos del Atleti?” El niño no entiende porqué su papá le ha hecho del equipo que siempre pierde, cuando lo fácil hubiera sido hacerle del Real Madrid, los que  ganan siempre y del que son todos sus compañeros de clase. El padre se queda en silencio y con cara de tonto, y cómo no sabe que decirle, hace un flashback en su cabeza y recuerda como, cuando él era niño, hizo la misma pregunta a su padre y tampoco tuvo respuesta. Por fin, ya de vuelta a la realidad, comprende que esa pregunta no se puede contestar, pero que tampoco hace falta, porque ahora, sin que nadie se lo explique, ya sabe el porqué: ha cogido el camino que siente, el que considera justo, sin importarte también que sea el más difícil.

Una vez leí que el éxito del Capitalismo radica en que es un sistema fácil, porque acepta al ser humano tal y como es, mientras que el Comunismo exige que el ser humano cambie. No se me ocurre una explicación más sencilla y más acertada para explicarlo: El Capitalismo asume que el ser humano es egoísta y acaparador, que mira siempre por su propio bien y como mucho, de los de su entorno inmediato. En cambio un sistema comunista necesitaría un ser humano solidario y que sólo aceptara la riqueza siempre y cuando el de al lado tuviera lo mismo que él, o como mínimo, las necesidades básicas bien cubiertas. Por eso nos es mucho más cómodo aceptar la desigualdad, aunque conozcamos las consecuencias de ello, porque nos es más fácil asumir que el mundo es injusto que intentar cambiar o buscar que cambien los demás.          Siguiendo esa lógica, también se llega a la conclusión  de que, en un sistema capitalista, es también más fácil ser de derechas ¿Por qué?

La derecha tiene su base ideológica en que cada individuo es distinto de otro (ahí estamos todos de acuerdo), pero más concretamente, en que hay unos mejores que otros y que por lo tanto, son los mejores los que deben gobernar y acaparar la riqueza y los privilegios. Por su parte, los peores tienen la misión de ayudarles primero a conseguir esas riquezas y luego, a mantenerlas. A cambio, los mejores les dejarán existir gracias a las  migajas que a ellos les sobran. Luego, para conseguir que los peores (que por supuesto son mayoría) se mantengan dóciles, se proclama una máxima: que todos somos iguales ante la ley (y ante las urnas), y que por muy peores que seamos, en un sistema capitalista siempre está la opción de progresar y con suerte, se puede acabar siendo uno de los mejores. ¿Dónde está la trampa? En que lógicamente, al mismo tiempo que nos hacen creer esa milonga, van gestando un aparato que impide que los peores puedan ni siquiera acercarse a ese sueño ¿Cómo? dificultando su acceso a los estudios, a la sanidad o incluso al empleo, porque está demostrado que, cuanto más le cueste a una persona cubrir sus necesidades básicas, menos le importa el hecho de progresar en esta vida y sobre todo, que acepta con naturalidad que otros vivan como dios. A esta estrategia se la conoce como el “Techo de Cristal”, una barrera invisible, pero que nos impide alcanzar nuestros objetivos.

Habrá quien piense que es justo que los mejores estén arriba y los peores abajo, pero por si alguien aún no se ha dado cuenta, matizo que “los mejores” son aquellos que tienen el dinero (y a veces lo tienen porque sí, por herencia o porque han tenido mejores cartas al empezar la partida, no porque se lo hayan ganado) y “los peores” somos los que no lo tenemos.

Por todo ello, tenemos tan asumida la desigualdad que  la consideramos natural e inevitable, e incluso positiva. No importa que haya injusticia y que nos pisen mientras que el sistema nos permita progresar y ser nosotros los que pisemos el día de mañana.

            Otro spot publicitario muy comentado fue uno de mediados de los noventa. En España no llegó a emitirse, pero salió en los telediarios, pero más por lo anecdótico que por el contenido:

 


Mijail Gorbachov, el último dirigente de la Unión Soviética, apenas cinco o seis años después de dejar el gobierno, pasea con una niña por Moscú y parece que le entra hambre. Como gracias a su política es posible encontrar uno, entra en un Pizza Hut y allí se sienta cerca de una familia humilde moscovita. El padre, con visible cara de asco, se percata de la presidencia de su ex líder y exclama: “Es Gorbachov, por su culpa vivimos en una incertidumbre económica”, a lo que el hijo, con brillo de esperanza en la mirada responde “por su culpa tenemos oportunidades”. El padre, arrepentido por no haberle soltado una hostia a su hijo cuando tuvo la oportunidad, sigue argumentando: “Por su culpa hay inestabilidad política”. El hijo, que se las sabe todas, sigue provocando “Por su culpa tenemos libertad”. El padre no se rinde y dice “Tenemos Caos” y el hijo sigue a lo suyo: “Tenemos esperanza”…finalmente, la madre, no se sabe si por convicción o por evitar que llegue la sangre al río, interviene: “Gracias a él tenemos muchas cosas, como Pizza Hut”. Parece que ese argumento tan cojonudo convence a ambos y todos acaban siendo partidarios de Gorbachov, al que vitorean.

La diferencia entre el padre y el hijo es que el primero sabe de lo que habla porque es lo que ha tenido durante toda su vida. En cambio, el hijo habla con la esperanza propia de alguien con toda la vida por delante, pero también con la ignorancia lógica del que habla de algo que aún no ha pasado. Quince años después, el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. Efectivamente y como afirmaba el hijo, en Rusia ahora gozan de la libertad que ofrece el capitalismo: visten como las estrellas de cine, van al McDonalds y ven conciertos de Rock (aunque en los 80 ya los había en la URSS), algo que sus padres no pudieron disfrutar. También disfruta de cosas que sus progenitores no conocieron, como el desempleo y el difícil acceso a la vivienda. También ha podido comprobar como las bondades del capitalismo ha permitido a algunos rusos convertirse en algunas de las personas más ricas de este mundo, en total, 131 multimillonarios a día de hoy. Como el joven no parece que sea ni Vexelberg, ni Usmanov ni Abramovich, es de imaginar que 15 años después de ese anuncio, no haya mejorado demasiado su situación. Puede incluso que sea de ese 13% de la población  que vive en el umbral de la pobreza, que no tiene acceso ni a la vivienda ni a la calefacción (según datos de 2011, con tendencia al alza)…pero eso sí: tiene un Pizza Hut en Moscú

 

No digo que el Comunismo sea la panacea, ni siquiera la solución (un sistema que permite a un capullo como Gorbachov llegar al poder demuestra tener muchas lagunas), pero al menos sí es un sistema cuyo principio es que mientras haya, todos tienen. Quizá partiendo de esa base se pueda ir avanzando desde el propio Capitalismo.

sábado, 16 de marzo de 2013

MAMÁ, QUIERO SER MAESTRA


   La maestra Violeta entra en clase y sube las persianas para que entre la luz de fuera. El aula queda iluminada y los veinticinco pupitres descansan silenciosos quince minutos antes de que entre el grupo de alumnos. Se sienta en su mesa y respira hondo con los ojos cerrados, disfrutando del relax de una clase vacía…
   Los quince minutos han pasado volando y la puerta de clase se abre como propulsada por un vendaval. Los niños irrumpen en el aula y aunque intentan no hacer demasiado ruido, como les ha enseñado su maestra, es inevitable que veinticinco pares de manitas arrastrando sillas, sacando libros, colocando estuches y abriendo cuadernos protagonicen un alboroto considerable.

   Mira las caritas de los niños, algunos todavía adormilados, y siente una inmensa ternura. Valentina ya se ha levantado de su pupitre para enseñarle sus zapatillas nuevas y Jorge, celoso de su atención, interrumpe mostrando las suyas, que también son dignas de admiración. Candela para variar ya está pidiendo permiso para ir al aseo y Raúl y Pablo empiezan a pelearse porque sus codos chocan en la conjunción de sus pupitres. Como no ponga orden de inmediato no podrá controlar la clase en lo que queda de mañana.
   Violeta se despedirá de estos niños en tres semanas porque ese puesto de trabajo no le pertenece. Es una interina errante. Trabaja 5 meses al año, o menos, o más, quien sabe. Pero es una afortunada porque no tiene que trabajar en verano, también es una suertuda con respecto al resto de sus compañeros de bolsa que no han pisado colegio alguno, y ni que decir de los que no han podido entrar porque no se volvieron a convocar oposiciones de su especialidad.

  
   Además de ser una suertuda, parece ser que es un zoquete porque se ha publicado una noticia en la que se asegura que los maestros de primaria son tontos y no se saben las provincias de España. Es curioso, porque lleva años realizando cursos de formación, preparando oposiciones que salen y no salen, que ahora esta especialidad, que ahora esta otra, y además lleva meses dejándose parte de lo ahorrado de su escaso trabajo intermitente en una academia de inglés para sacarse el ultranecesario B2. Un zoquete...

   Hace poco se puso a pensar en aquella época de ilusión en la que la idea de ser maestra fue tomando forma en su corazón, cuando se presentó hecha un flan a la selectividad y cuando fue a recoger sus resultados al instituto, temerosa de no haber obtenido al menos una nota que superase a la requerida para entrar en la especialidad de magisterio a la que aspiraba. ¿Porqué se preocupaba si dicen que en magisterio entra cualquiera porque la nota de corte es mínima? Meses más tarde estaba allí, matriculándose en la facultad de educación, rodeada de otros tantos que empezaban su formación como maestros. Aquellos amigos con los que preparaba materiales didácticos para exponer en clase, esos jóvenes creativos que hablaban con entusiasmo de lo que llevarían a cabo en sus futuras aulas y comentaban entre risas sus andaduras en los respectivos colegios de prácticas. Hoy muchos de mis compañeros siguen sin tener su aula, o la tienen de prestado. De acuerdo, estamos en crisis, cuántos titulados frustrados en paro tenemos alrededor? Pero disculpen, las faltas de respeto si que no, comulgar esta desilusión con el constante quebranto de la dignidad de este colectivo, que si no tenemos vocación, que si magisterio es una carrera para tontos que no pudieron ser más…es eso lo que pensáis de vuestros antiguos maestros? Realmente sabéis lo que tenemos entre manos cuando entramos a clase y les damos los buenos días a nuestros alumnos? Sabemos lo que es educar más allá de una división con decimales, un mapa mudo, un análisis sintáctico o una nota de flauta dulce? Sabéis lo complicado que se hace si encima la sociedad te acusa y con ella parte de las madres y los padres de los pequeños?

   Qué fácil es hacer mofa de una noticia totalmente manipulada, que fácil dejar a miles de interinos en la calle, qué fácil el argumento de yo se de tal maestro o maestra que es un vago/vaga cuando de esos tenemos en todos los gremios. Por no hablar de la glorificación de los resultados de la educación privada, cuando son centros que expulsan a los alumnos que no encajan en sus expectativas de excelencia. Alumnos que tal vez no eran perfectos porque nadie lo es, que tal vez tenían un mal comportamiento debido a un drama familiar vivido en casa que les hace ser inestables emocionalmente y nadie los comprende, lo fácil es decir: no es excelente, no es competente, no es válido.

   En la escuela pública son bienvenidos todos los retoños de esta sociedad porque es la sociedad misma, porque no le puedes exigir a nuestros pequeños que demuestren altas capacidades, honestidad y buen comportamiento cuando no tienen ejemplos con los que comulgar. Aceptamos también aulas masificadas, recortes, despidos y desprecios. Pasen y vean.

   No son pocas la veces en las que tengo que lidiar con las críticas hacia mi supuesta profesión (creo que soy maestra, al menos, hasta junio) y me pregunto si alguien tiene que defender y justificar todo el tiempo su trabajo.

Aún con todo, mamá…quiero ser maestra

domingo, 24 de febrero de 2013

La sociedad enmohecida


     Esos fracasados morales con cargos políticos cada vez resultan más insufribles y detestables y a nosotros nos devora el moho social. La cantidad de manifestantes ha menguado escandalosamente, y estamos hablando de una manifestación convocada a nivel nacional. Recuerdo que en la primera manifestación (de esta nueva regencia), en aquella ocasión en defensa de la educación, se me puso la piel de gallina cuando salí de la boca subterránea de nuestro maravilloso y genuino TRAM, no podía creer que hubiese tanta gente allí, tantos maestros y profesores, centros enteros movilizados con sus pancartas, padres y madres, niños y adolescentes, adultos y ancianos. Luceros rebosaba de indignación y sentí adoración por mis conciudadanos. Al día siguiente las noticias en el periódico hablaban de entre 50.000 y 60.000 personas si mal no recuerdo, guau!!
     Ayer mi padre me preguntó “¿De qué es la mani de hoy?”, “De todo, porque no hay nada que no hayan cagado” fue mi contestación. Qué bonito, todas las mareas a la calle! Qué bonito, ayer en Alicante debía haber más pijos tomando copas en la calle paralela a la Rambla  que en la manifestación. El desencanto y la pereza corroen nuestro rol de ciudadano responsable. No sirven para nada, dicen. Eso estoy viendo yo también, que no servimos para nada, porque no queremos. ¿Dimitiría Rajoy porque una mañana saliese absolutamente todo el país a la calle? (de acuerdo, en casa quedarían los que engrosan la renta per cápita y se encargan de guardarlo en sus cuentas porque el dinero debe estar en manos de los ricos, que son los que saben), pero todos los demás, izquierdas, derechas, centros, indecisos, ignorantes, grandes, pequeños, TODOS, todos en la calle muy enfadados, muy serios, silenciosos, sin pancartas, sin batukada, sin proclamas, sin mareas de colores, solo una marea negra, una marea de luto, una población triste, consciente de en qué se ha convertido esto. ¿Dimitiría? Seguramente no. ¿Saldría en la prensa mundial? ¿Dañaría su imagen? ¿Les tocaríamos las pelotas? Sí. ¿Amaneceríamos con un nuevo Gobierno honrado, comprometido, empático con el pueblo, AL SERVICIO DEL PUEBLO, con pensiones galácticas, puestos de trabajo, calles limpias, casas para todos y escuelas finlandesas? NO, NO Y NO. ¿En qué cabeza cabe que las cosas suceden de la noche a la mañana?, ¿Queremos resultados igual de rápidos que el wassap? ¿Pretendemos protestar un día y tener la vida solucionada al siguiente? ¿En vuestra vida funcionan las cosas así?¿ Lo solucionáis todo en dos días?¿ Cuántos años se toma la historia para cambiar un sistema? (sí, siempre hubo clases, pero no me negaréis que vivimos mejor y tenemos más derechos que nuestros antepasados).
     Es cierto que las manifestaciones y concentraciones abundan desde que empezó todo esto y no es posible asistir a todos los actos de protesta, pero creo que hay días clave en los que todos debiéramos estar ahí.
 
     En una ocasión el programa Atrévete de Cadena Dial preguntaró a los niños para qué sirve una manifestación, os dejo el enlace del audio, pues me parece ideal para zanjar este post.  Respecto a las respuestas, tengo mi opinión particular, pero me dejo de opiniones por hoy, que tengo mucho que estudiar…feliz domingo España.

domingo, 10 de febrero de 2013

Gorriones gordos en mi cabeza


Seed estaba sentada en un banquito situado en el centro de un parque, entre sus manos tenía la mitad de una cupcake que devoraba con fruición. En cuanto acabó con ella, sacó un hilo negro y se puso a remendar unos vaqueros, de la forma más desastrosa posible, pues lo único importante era tapar ese agujero por el que asomaba la carne, el resultado estético daba igual. Era uno de los muchos pantalones que había reventado con sus prominentes muslos, pero había decidido que era más barato "malcoser" que comprar otros nuevos.

Seed cosía con una media sonrisa en los labios, pues hacía tiempo que le importaba bastante poco reventar pantalones, ya que se encontraba muy agusto con la vida. De repente, llamó su atención un orondo gorrión que picoteaba los restos de la desaparecida cupcake. Era uno de estos gorriones gorditos que van dando saltos, demasiado ligeros para su evidente sobrepeso.Cuando Seed reparó en él, este arqueó una ceja (si, en los cuentos, los gorriones tienen cejas) y la miró inquisitivamente:

-Seed, tienes 27 años. ¿Qué has aprendido de las personas?

Seed no se extrañó ante la pregunta del gorrión parlanchín, ni siquiera de que un gorrión gordo hablara, pues era consciente de que ella y el animalillo sólo formaban parte de una pequeña narración surgida de una mente ociosa que debería estar estudiando.

- He aprendido que hay gente narcisista, manipuladora, meteculpas, estafadora y autodestructiva, y a consecuencia de esto último, destructora de todo el que se ponga por medio. He aprendido que hay personas que necesitan la aprobación constante de todos y que si eso pasa por desconcharte a ti, lo hacen. También he aprendido que cuando no cumples las espectativas de las personas que habían diseñado tu futuro junto a ellas de una determinada forma, habiéndote adjudicado una personalidad y unas carasterísticas a su gusto, pueden descargar sobre ti un container de escombros del pasado, mezclado con una buena dosis de despecho, rencor y mentiras, para que cuando la gente te mire te vea bien linda, aunque no se hayan molestado en conocerte mejor.

-Vaya Seed, no has dicho nada bueno. Y ya que eres experta en defectos, ¿Podrías contarme los tuyos?

Seed se avergüenza y se mira los pies, siempre había enarbolado la bandera contra las críticas y los reproches y ahora acababa de vomitar todo lo reprimido sin ningún tipo de pudor. Sólo la cupcake seguía dentro de su estómago dándose un baño de jugos gástricos.

-Quiza...me centro demasiado en mis quehaceres y me olvido de algunos amigos...y...mhhh, tengo mal genio a veces..y..-
-Vaya Seed, eres muy benevolente contigo misma, todo eso comparado con lo que hacen las otras personas parece digno de una santa. ¿Porqué no me cuentas algo bueno?-

La muchacha seguía algo azorada por su evidente metedura de pata. Tal vez ahora pudiese areglarlo:

- He aprendido que hay amigas muy buenas que siguen ahí aunque sea una pasota incapaz de hacer una llamada de 5 minutos para preguntarles cómo están, porque me aceptan tal como soy. He aprendido que también hay personas lo suficientemente maduras como para no juzgar mi vida y que se alegran cuando me ven felíz. He aprendido que gente que apenas lleva unos segundos en el escenario de la obra de teatro que es mi vida, me aportan tanto como si las conociese desde la cuna, también se que no puedo mantener a mi lado a todas y cada una de las personas con las que he vivido estapas especiales, porque cada uno tiene su ritmo subiendo los peldaños, hay gente que te adelanta, y gente que queda atrás, si te aferras a su mano, no avanzas. También se que cada cabeza es un mundo y siempre puedo aprender algo de todas ellas. Tengo la certeza de que hay pedacitos de mi repartidos por muchos puntos del planeta y mi misión es ir a buscarlos, como si fuesen las bolas de dragón! -

-Te has entusiasmado Seed, sigue!-
-Hay personas que te ayudan a crecer, que crecen a tu lado...algunas son sorprendentemente generosas. Tengo amigos y familiares que se acuerdan de mi a pesar de estar en Madrid,Marruecos, Turquía o Malasia. Hay personas a las que admiro profundamente y me inspiran para saber qué camino quiero seguir y artistas que embellecen mi vida con libros y música. Y he descubierto que se puede amar para siempre-
-¿Para siempre?-
-Sí, para siempre-
-¿No es muy pronto para decir eso Seed?-
-Eso me dicen todos, pero yo no quería esperar hasta el último día de mi vida para tomar esta decisión...-

Los gorriones gordos primero picotean las sobras de tus cupcakes y después las de tu conciencia, para que no te olvides ni de mejorar antes de criticar, ni de las cosas buenas que adornan tu vida como las pasteleras adornan la coronilla de las cupcakes.

domingo, 23 de diciembre de 2012

La luna en nosotras


   Vivimos en un mundo en el que hay errores tan arraigados  que nadie los cuestiona, como por ejemplo, que la menstruación de las mujeres es algo asqueroso, algo malo que toda niña teme y que toda mujer adulta aborrece, también algo que hace fruncir el ceño a los hombres, tanto si es porque les asquea, como si es porque “ay nena! No hay quien te aguante cuando tienes la regla” o simplemente porque les ha chafado sus expectativas sexuales de esa noche.

   Recuerdo el día en que tuve mi primera visita a los once años; fue durante mis deseadísimas vacaciones de verano en Alfafara. En mis estancias veraniegas en el pueblo la vida consistía en ir todos los días a la piscina, correr por las calles, esconderme tras las persianas de las puertas de las casas, comprar chuches y flashes en la tiendecita de la plaza, jugar a polis y  cacos hasta altas horas de la noche por todo el pueblo y disfrutar de las verbenas y las fiestas patronales. De repente una maldita mancha roja en mi bañador desarmó todos mis planes idílicamente infantiles. Se acabó la  piscina, se acabó correr libremente o mover el culo en las verbenas con semejante artefacto de absorción entre las piernas y se acabaron las mallas de licra, a no ser que quisiera tener a todos los niños riéndose y señalando mis posaderas. Para colmo, la comprensiva respuesta de mi madre ante mis escandalizadas quejas al sentir por primera vez  un compresón adherido a mis braguitas fue: pues te aguantas! Como todas!

   Así que la regla era un castigo, algo que había que “aguantar”, algo que cambiaba tu estilo de vida “durante esos días”, había que soportar que la causa de tus enfados fuese que “estás en esos días” y no que alguien estuviese tocándote las narices profundamente.

   A esto le siguieron las intrincadas maniobras para sacar la compresa de la mochila a la hora del recreo sin que te viese ningún compañero, las embarazosas manchas rojas que resaltaban en el verde de las sillas de la escuela tras dos horas de clase y que intentaba borrar arrastrando el culo al levantarme de la silla, todo esto seguido de una carrera hacia el cuarto de baño con los abductores lo más apretaditos posible, la insistente pregunta a tu mejor amiga de espaldas a ella y con el culo ligeramente en pompa: tia! Se me nota la compresa? Me he manchado de sangre el pantalón? Por no hablar de los terribles calambres en los ovarios, sí, los OVARIOS, esa parte tan importante de nuestro cuerpo que nunca conocemos lo suficientemente pronto las mujeres, no sin antes haber aprendido lo que son un PAR DE COJONES.

   Parece ser que el milagro de la existencia, ese maravilloso poder de la fertilidad que la naturaleza otorgó a las mujeres para que la vida pudiese crecer dentro de ellas es un lastre cuando el puñetero óvulo no es fecundado. No voy a entrar a enumerar las posibles catástrofes que puede causar una mujer en los días de período menstrual como por ejemplo que las frutas o plantas se pudran a su paso o que un bebé pueda morir en sus brazos.

   Hablemos del tratamiento en las diferentes culturas; en la nuestra, todavía hay mujeres que para expresar que están menstruando utilizan la expresión “estoy mala”, en la cultura árabe las mujeres no pueden rezar a lo largo de este período y en muchas otras tiene similares connotaciones negativas que implican aislamiento o los conceptos suciedad e impureza. Por suerte podemos encontrar otras tantas en las que se celebra como algo bueno. Ayer estuve viendo el documental que inspiró este post: La luna en ti, y pude conocer una antigua costumbre eslovaca que consistía en arrastrar en trineo a las chicas que estaban menstruando a través de los campos para fertilizar la tierra en primavera. ¿No es hermoso?

   Me quedo con esta última: el hombre primitivo estaba convencido de que la mujer durante el período de menstruación se convertía en un ser sobrenatural, porque no comprendía  cómo podía sangrar tanto durante varios días sin llegar a morir. Y esto es lo que debieran transmitirnos. Desde muy pequeños deberíamos sentir admiración por lo que supone el ciclo menstrual, respeto y sobre todo apartar el temor de las niñas y que su primera regla  sea un motivo de celebración y no de lágrimas y vergüenza.

   Como última curiosidad os dejo con Sputniko, una artista japonesa que ha creado una máquina para que los hombres puedan experimentar la sensación de menstruar:

jueves, 6 de diciembre de 2012

6 de Diciembre, la Inmaculada Constitución


 
Hoy, 6 de Diciembre, se conmemora el XXXIV aniversario de la constitución de 1978. Como en los 33 aniversarios anteriores, habrá un acto para celebrarlo, este año en el Senado, pues el Congreso está en obras. Como imagino que cualquiera que lea el post no estará invitado al evento, le tranquilizará saber que sólo se pierde varios discursos de políticos y alguna que otra vieja gloria y que, sí aún así está interesado en verlo, será emitido en directo por la web del senado. No es casual que los ciudadanos de a pie no estemos invitados, pues al fin y al cabo, se trata de una fecha hecha por y para políticos. A los ciudadanos les importa muy poco celebrar la constitución. Incluso nos cuesta recordar si es el día 6 o el 8, ya que la fiesta de la Inmaculada nos importa más o menos lo mismo. Ahora ya en 2012, ¿Qué motivos tenemos para celebrar la constitución? De entre todas las razones que escucharemos los valientes que veamos los discursos, me quedo con tres que seguro se mencionan:

1-      Es la Carta Magna, la que votamos todos los españoles de mutuo acuerdo

2-      Ha sido la solución al histórico enfrentamiento entre hermanos españoles

3-      Lleva ya 34 años, todo un logro en la historia constitucional de España

Es muy fácil rebatirlos. Por ejemplo, para echar por tierra el motivo 1, basta con recordar que se votó hace 34 años por los mayores de 18, por lo que todos los menores de 52 años no lo hemos hecho. Si las generaciones se miden en 25 años más o menos, ya hay una generación que no la hemos votado y otra que está a punto de hacer la Primera Comunión que tampoco.

Para el motivo 2, será difícil que no se nos escape la risa cuando la oigamos, pues  cada día se plantea un nuevo motivo de enfrentamiento entre españoles. No hay más que darse un paseo por los periódicos digitales para ver si existen aún o no las dos Españas.

El motivo 3 es curioso, porque lo he escuchado varias veces y además, a gente culta y/o poderosa. La constitución de 1978 es aún la segunda más larga de la historia de España, pues la de 1876 duró hasta 1930. Por ponernos más puntillosos, a la actual constitución todavía le faltan dos años para igualar en duración al franquismo. Además, muchos de los que celebran su longevidad defienden que es buena la alternancia y la diversidad política cuando hablan del largo mandato de Hugo Chávez. Y tampoco los veo celebrar los más de 50 años de gobierno de Fidel Castro.

            Los periodistas más veteranos reciben todos los años, como el señor Scrooge, la visita del “Fantasma de la transición”, y nos venden aquellos años como un ejemplo modélico de superación de todos los traumas heredados del franquismo. Y lo peor de todo, es que es cierto. Aquellos años prometían ser muy convulsos y gracias a los “Ahora cedo yo y luego cedes tú”, se evitó la temida nueva Guerra Civil. Bien por ellos porque era lo que tocaba en aquellos años. Hoy, con perspectiva histórica, podemos cambiar la frase por un “Yo que estaba en el poder, te dejo existir a ti a cambio de que tú no me metas en la cárcel por haber liquidado a los tuyos”. Y así nos va.

            Dejemos pues por bueno entonces que hoy se celebra el aniversario del entendimiento pacífico de los españoles, que se reunieron y partiendo de cero consiguieron todo lo que hoy disfrutamos (unos más que otros). Pero, ¿Partieron de cero?

            En un ejercicio de masoquismo, hemos consultado un manual de Derecho Constitucional. Tras el análisis formal y una extensa introducción histórica al constitucionalismo español, hay un apartado donde se menciona en qué otras constituciones se inspira la actual. Hace referencia a las de Italia, Suiza y Estados Unidos, sobre todo por las cuestiones territoriales y lingüisticas. También a la de Suecia, realizada sólo 2 años antes (aunque allí sí se tomaron en serio lo de la educación y la vivienda digna) y mencionan también la Declaración de los Derechos Humanos como clara influencia. Lo que llama la atención es que, la actual Constitución, está muy inspirada en la anterior Constitución Española, la de 1931, derogada de manera ilegal por el ejército durante la Guerra Civil.  Es lógico que, para redactar un nuevo texto, se tenga en cuenta el anterior. En cambio, sí llama la atención que no se le mencione en ninguna parte en la nueva, al igual que tampoco se condena el hecho irregular de haber sido derogada sin la voluntad del pueblo.

            La historia nos enseña a ser mal pensados y si algo es borrado de la memoria colectiva, es porque probablemente sea bueno para todos y malo para algunos. Así que es obligado conocer la constitución de 1931


            Echándole un vistazo rápido, la primera impresión que nos llevamos es que utiliza un lenguaje antiguo y señala problemáticas muy desfasadas. Pero luego nos encontramos que plantea soluciones que aún a día de hoy nos parecen revolucionarias, y lo que es aún más llamativo, efectivas. Por señalar sólo las más destacadas nos encontramos con:

- Todos los españoles son iguales ante la ley. Pero de verdad. De hecho, tod@s los Españoles mayores de 40 años pueden acceder a la jefatura de estado. Hoy en día sólo los Borbones macho (o hembra si no hay un hermano macho) pueden. En el artículo 25 señala además que el estado no reconoce los títulos nobiliarios

- El estado español no tiene religión oficial y la religión Católica es una más, que deberá financiarse por sí misma, puesto que hay libertad religiosa y de culto

- En cuanto a la cuestión territorial, ya se plantea la posibilidad de constituirse en autonomías y delimita sus competencias. Algunas lo intentarán, pero la derecha hará todo lo posible por evitarlo. En este caso, nada ha cambiado

- En cuanto a los derechos individuales y colectivos, se establece la no discriminación por cuestiones de sexo,  de religión, económicas y sociales. También la libertad de prensa, de opinión y de reunión. Por supuesto, libertad ideológica, de creación de partidos y sindicatos y por primera vez, derecho al voto de la mujer. Muchos de los defensores de la actual constitución intentan hacernos creer que esos derechos no estaban en España hasta hoy en día.

- Se incluye un apartado de protección del individuo (haciendo hincapié en la igualdad entre el hombre y la mujer) por lo que el estado garantiza la educación, la sanidad o las jubilaciones. En el artículo 48 se señala que la enseñanza será laica e inspirada en valores de solidaridad humana

- Se habla de la posibilidad de socializar la propiedad por el bien común. En aquella época, la iglesia y los grandes terratenientes poseían casi la totalidad de la tierra y eso generaba hambre y desigualdad. Hoy en día esto nos resulta impensable a no ser que se trate de socializar bancos para beneficio de los propios bancos.

            Si nos ponemos a analizar las diferencias entre aquella constitución y la actual, podemos llegar a la conclusión de que el texto de 1978 es una modernización de la de 1931 pero con los derechos individuales y colectivos matizados (a menos), que rescata instituciones anacrónicas como la monarquía, la iglesia y la nobleza y que ha conseguido reproducir situaciones de desigualdad y desamparo como la que se encontraron los políticos en 1930. Llegados a este punto, la cuestión es ver si la Constitución de 1978 fue un consenso o una imposición de las clases dominantes para mantener su estatus

            Por último y como dato revelador, aquí tenemos la opinión de la fundación ultraconservadora FAES (liderada por el recientemente autoproclamado mesías de nuestro tiempo, J.M.Aznar) sobre la constitución de 1931. Hitler les daría la razón