domingo, 23 de diciembre de 2012

La luna en nosotras


   Vivimos en un mundo en el que hay errores tan arraigados  que nadie los cuestiona, como por ejemplo, que la menstruación de las mujeres es algo asqueroso, algo malo que toda niña teme y que toda mujer adulta aborrece, también algo que hace fruncir el ceño a los hombres, tanto si es porque les asquea, como si es porque “ay nena! No hay quien te aguante cuando tienes la regla” o simplemente porque les ha chafado sus expectativas sexuales de esa noche.

   Recuerdo el día en que tuve mi primera visita a los once años; fue durante mis deseadísimas vacaciones de verano en Alfafara. En mis estancias veraniegas en el pueblo la vida consistía en ir todos los días a la piscina, correr por las calles, esconderme tras las persianas de las puertas de las casas, comprar chuches y flashes en la tiendecita de la plaza, jugar a polis y  cacos hasta altas horas de la noche por todo el pueblo y disfrutar de las verbenas y las fiestas patronales. De repente una maldita mancha roja en mi bañador desarmó todos mis planes idílicamente infantiles. Se acabó la  piscina, se acabó correr libremente o mover el culo en las verbenas con semejante artefacto de absorción entre las piernas y se acabaron las mallas de licra, a no ser que quisiera tener a todos los niños riéndose y señalando mis posaderas. Para colmo, la comprensiva respuesta de mi madre ante mis escandalizadas quejas al sentir por primera vez  un compresón adherido a mis braguitas fue: pues te aguantas! Como todas!

   Así que la regla era un castigo, algo que había que “aguantar”, algo que cambiaba tu estilo de vida “durante esos días”, había que soportar que la causa de tus enfados fuese que “estás en esos días” y no que alguien estuviese tocándote las narices profundamente.

   A esto le siguieron las intrincadas maniobras para sacar la compresa de la mochila a la hora del recreo sin que te viese ningún compañero, las embarazosas manchas rojas que resaltaban en el verde de las sillas de la escuela tras dos horas de clase y que intentaba borrar arrastrando el culo al levantarme de la silla, todo esto seguido de una carrera hacia el cuarto de baño con los abductores lo más apretaditos posible, la insistente pregunta a tu mejor amiga de espaldas a ella y con el culo ligeramente en pompa: tia! Se me nota la compresa? Me he manchado de sangre el pantalón? Por no hablar de los terribles calambres en los ovarios, sí, los OVARIOS, esa parte tan importante de nuestro cuerpo que nunca conocemos lo suficientemente pronto las mujeres, no sin antes haber aprendido lo que son un PAR DE COJONES.

   Parece ser que el milagro de la existencia, ese maravilloso poder de la fertilidad que la naturaleza otorgó a las mujeres para que la vida pudiese crecer dentro de ellas es un lastre cuando el puñetero óvulo no es fecundado. No voy a entrar a enumerar las posibles catástrofes que puede causar una mujer en los días de período menstrual como por ejemplo que las frutas o plantas se pudran a su paso o que un bebé pueda morir en sus brazos.

   Hablemos del tratamiento en las diferentes culturas; en la nuestra, todavía hay mujeres que para expresar que están menstruando utilizan la expresión “estoy mala”, en la cultura árabe las mujeres no pueden rezar a lo largo de este período y en muchas otras tiene similares connotaciones negativas que implican aislamiento o los conceptos suciedad e impureza. Por suerte podemos encontrar otras tantas en las que se celebra como algo bueno. Ayer estuve viendo el documental que inspiró este post: La luna en ti, y pude conocer una antigua costumbre eslovaca que consistía en arrastrar en trineo a las chicas que estaban menstruando a través de los campos para fertilizar la tierra en primavera. ¿No es hermoso?

   Me quedo con esta última: el hombre primitivo estaba convencido de que la mujer durante el período de menstruación se convertía en un ser sobrenatural, porque no comprendía  cómo podía sangrar tanto durante varios días sin llegar a morir. Y esto es lo que debieran transmitirnos. Desde muy pequeños deberíamos sentir admiración por lo que supone el ciclo menstrual, respeto y sobre todo apartar el temor de las niñas y que su primera regla  sea un motivo de celebración y no de lágrimas y vergüenza.

   Como última curiosidad os dejo con Sputniko, una artista japonesa que ha creado una máquina para que los hombres puedan experimentar la sensación de menstruar:

jueves, 6 de diciembre de 2012

6 de Diciembre, la Inmaculada Constitución


 
Hoy, 6 de Diciembre, se conmemora el XXXIV aniversario de la constitución de 1978. Como en los 33 aniversarios anteriores, habrá un acto para celebrarlo, este año en el Senado, pues el Congreso está en obras. Como imagino que cualquiera que lea el post no estará invitado al evento, le tranquilizará saber que sólo se pierde varios discursos de políticos y alguna que otra vieja gloria y que, sí aún así está interesado en verlo, será emitido en directo por la web del senado. No es casual que los ciudadanos de a pie no estemos invitados, pues al fin y al cabo, se trata de una fecha hecha por y para políticos. A los ciudadanos les importa muy poco celebrar la constitución. Incluso nos cuesta recordar si es el día 6 o el 8, ya que la fiesta de la Inmaculada nos importa más o menos lo mismo. Ahora ya en 2012, ¿Qué motivos tenemos para celebrar la constitución? De entre todas las razones que escucharemos los valientes que veamos los discursos, me quedo con tres que seguro se mencionan:

1-      Es la Carta Magna, la que votamos todos los españoles de mutuo acuerdo

2-      Ha sido la solución al histórico enfrentamiento entre hermanos españoles

3-      Lleva ya 34 años, todo un logro en la historia constitucional de España

Es muy fácil rebatirlos. Por ejemplo, para echar por tierra el motivo 1, basta con recordar que se votó hace 34 años por los mayores de 18, por lo que todos los menores de 52 años no lo hemos hecho. Si las generaciones se miden en 25 años más o menos, ya hay una generación que no la hemos votado y otra que está a punto de hacer la Primera Comunión que tampoco.

Para el motivo 2, será difícil que no se nos escape la risa cuando la oigamos, pues  cada día se plantea un nuevo motivo de enfrentamiento entre españoles. No hay más que darse un paseo por los periódicos digitales para ver si existen aún o no las dos Españas.

El motivo 3 es curioso, porque lo he escuchado varias veces y además, a gente culta y/o poderosa. La constitución de 1978 es aún la segunda más larga de la historia de España, pues la de 1876 duró hasta 1930. Por ponernos más puntillosos, a la actual constitución todavía le faltan dos años para igualar en duración al franquismo. Además, muchos de los que celebran su longevidad defienden que es buena la alternancia y la diversidad política cuando hablan del largo mandato de Hugo Chávez. Y tampoco los veo celebrar los más de 50 años de gobierno de Fidel Castro.

            Los periodistas más veteranos reciben todos los años, como el señor Scrooge, la visita del “Fantasma de la transición”, y nos venden aquellos años como un ejemplo modélico de superación de todos los traumas heredados del franquismo. Y lo peor de todo, es que es cierto. Aquellos años prometían ser muy convulsos y gracias a los “Ahora cedo yo y luego cedes tú”, se evitó la temida nueva Guerra Civil. Bien por ellos porque era lo que tocaba en aquellos años. Hoy, con perspectiva histórica, podemos cambiar la frase por un “Yo que estaba en el poder, te dejo existir a ti a cambio de que tú no me metas en la cárcel por haber liquidado a los tuyos”. Y así nos va.

            Dejemos pues por bueno entonces que hoy se celebra el aniversario del entendimiento pacífico de los españoles, que se reunieron y partiendo de cero consiguieron todo lo que hoy disfrutamos (unos más que otros). Pero, ¿Partieron de cero?

            En un ejercicio de masoquismo, hemos consultado un manual de Derecho Constitucional. Tras el análisis formal y una extensa introducción histórica al constitucionalismo español, hay un apartado donde se menciona en qué otras constituciones se inspira la actual. Hace referencia a las de Italia, Suiza y Estados Unidos, sobre todo por las cuestiones territoriales y lingüisticas. También a la de Suecia, realizada sólo 2 años antes (aunque allí sí se tomaron en serio lo de la educación y la vivienda digna) y mencionan también la Declaración de los Derechos Humanos como clara influencia. Lo que llama la atención es que, la actual Constitución, está muy inspirada en la anterior Constitución Española, la de 1931, derogada de manera ilegal por el ejército durante la Guerra Civil.  Es lógico que, para redactar un nuevo texto, se tenga en cuenta el anterior. En cambio, sí llama la atención que no se le mencione en ninguna parte en la nueva, al igual que tampoco se condena el hecho irregular de haber sido derogada sin la voluntad del pueblo.

            La historia nos enseña a ser mal pensados y si algo es borrado de la memoria colectiva, es porque probablemente sea bueno para todos y malo para algunos. Así que es obligado conocer la constitución de 1931


            Echándole un vistazo rápido, la primera impresión que nos llevamos es que utiliza un lenguaje antiguo y señala problemáticas muy desfasadas. Pero luego nos encontramos que plantea soluciones que aún a día de hoy nos parecen revolucionarias, y lo que es aún más llamativo, efectivas. Por señalar sólo las más destacadas nos encontramos con:

- Todos los españoles son iguales ante la ley. Pero de verdad. De hecho, tod@s los Españoles mayores de 40 años pueden acceder a la jefatura de estado. Hoy en día sólo los Borbones macho (o hembra si no hay un hermano macho) pueden. En el artículo 25 señala además que el estado no reconoce los títulos nobiliarios

- El estado español no tiene religión oficial y la religión Católica es una más, que deberá financiarse por sí misma, puesto que hay libertad religiosa y de culto

- En cuanto a la cuestión territorial, ya se plantea la posibilidad de constituirse en autonomías y delimita sus competencias. Algunas lo intentarán, pero la derecha hará todo lo posible por evitarlo. En este caso, nada ha cambiado

- En cuanto a los derechos individuales y colectivos, se establece la no discriminación por cuestiones de sexo,  de religión, económicas y sociales. También la libertad de prensa, de opinión y de reunión. Por supuesto, libertad ideológica, de creación de partidos y sindicatos y por primera vez, derecho al voto de la mujer. Muchos de los defensores de la actual constitución intentan hacernos creer que esos derechos no estaban en España hasta hoy en día.

- Se incluye un apartado de protección del individuo (haciendo hincapié en la igualdad entre el hombre y la mujer) por lo que el estado garantiza la educación, la sanidad o las jubilaciones. En el artículo 48 se señala que la enseñanza será laica e inspirada en valores de solidaridad humana

- Se habla de la posibilidad de socializar la propiedad por el bien común. En aquella época, la iglesia y los grandes terratenientes poseían casi la totalidad de la tierra y eso generaba hambre y desigualdad. Hoy en día esto nos resulta impensable a no ser que se trate de socializar bancos para beneficio de los propios bancos.

            Si nos ponemos a analizar las diferencias entre aquella constitución y la actual, podemos llegar a la conclusión de que el texto de 1978 es una modernización de la de 1931 pero con los derechos individuales y colectivos matizados (a menos), que rescata instituciones anacrónicas como la monarquía, la iglesia y la nobleza y que ha conseguido reproducir situaciones de desigualdad y desamparo como la que se encontraron los políticos en 1930. Llegados a este punto, la cuestión es ver si la Constitución de 1978 fue un consenso o una imposición de las clases dominantes para mantener su estatus

            Por último y como dato revelador, aquí tenemos la opinión de la fundación ultraconservadora FAES (liderada por el recientemente autoproclamado mesías de nuestro tiempo, J.M.Aznar) sobre la constitución de 1931. Hitler les daría la razón

 
 

miércoles, 28 de noviembre de 2012


             Ha pasado ya el suficiente tiempo desde las elecciones catalanas para, ya en frío,  hacer un análisis de los resultados. Han sido un par de días de leer las interpretaciones de los medios de comunicación, de los propios partidos y de los grandes analistas políticos. Todos ellos son, de un modo u otro, profesionales de esto y por lo tanto, son los más autorizados para interpretar algo tan objetivo como son unas cifras electorales. ¿O no?

            Sin duda, lo más comentado ha sido el fracaso de CIU. Lanzaron un órdago amenazando con plantear un referéndum (que no la independencia como muchos han estado diciendo durante toda la campaña) si conseguían mayoría absoluta. Mucho se habló estas semanas sobre las verdaderas intenciones de Artur Mas y los suyos, y casi todos estaban (estábamos) de acuerdo en que no era más que una cortina de humo para tapar su pésima gestión al frente de la Generalitat. Mas sabía que no aguantaría la legislatura y se arriesgó con esta estrategia para intentar conseguir una nueva y más amplia mayoría para prolongar su mandato. Los resultados de su ofensiva ya la conocemos: pasó de 62 escaños a 50. ¿Cómo interpretan los analistas antes mencionados estos resultados? Pues evidentemente, como un rechazo a los planes de CIU. Hasta ahí creo que todos estamos de acuerdo. La siguiente cuestión que se plantean los mismos analistas es a dónde han ido a parar esos votos perdidos por CIU. En un ejercicio de agudeza mental sin precedentes y gracias a la simpleza de la aritmética, estos linces se han dado cuenta que ERC ha sumado 11 escaños, casi los mismos que CIU ha perdido. Para qué entonces plantearse nada más si es todo tan obvio.

            Nosotros vamos a rascar un poco más, o mejor dicho, vamos a pensar un poquito más que estos analistas. Pensar que un votante de CIU vaya a votar a ERC porque CIU plantea la independencia es de lo más absurdo. Si analizamos el prototipo de votante histórico de CIU, nos encontramos sobre todo con 2 tipos:

a)      Nacionalistas moderados, de clase media alta y a los que viene bien las políticas económicas proteccionistas de CIU

b)      Gente de derechas y no nacionalista, pero que le viene bien la políticas conservadoras de CIU

Siguiendo otra vez la lógica, el votante a) seguiría votando a CIU, porque su intención de profundizar en el camino de la independencia va acorde con sus ideales. En cambio, al votante b) ya no le conviene seguir votando a CIU. ¿De verdad alguien piensa que esas personas votarían a los partidos de políticas progresistas como ERC? ¿O a la CUP? ¿Al PSOE quizá? Seamos realistas: ese voto se ha mantenido en la derecha

            Y es aquí donde entraría la parte del análisis que afecta al resto de territorios del estado. El otro punto en el que se detienen los analistas es que el PP se mantiene en sus cifras, incluso suma un escaño más (pasa de 18 a 19) . Por supuesto, no han tardado los dirigentes del PP de todo el estado para interpretarlo como un apoyo explícito a sus políticas: sus votantes se mantienen, por lo que aprueban sus medidas de austeridad de las clases bajas y opulencia de sus amigos oligarcas. ¡Qué bien ha salido todo para la derecha española! Pues el nacionalismo se pega un batacazo y el PP recibe otro refrendo.

            Pero planteando la cuestión con lógica, no es descabellado pensar que muchos de los votantes de CIU, asustados por la “radicalidad” de Mas, apostaran por votar a Ciutadans, partido en teoría de centro izquierda pero que en la práctica no pasa de partido de “progres” sin ningún programa electoral más que evitar la desintegración de España. Ciutadans ha ganado 6 escaños, probablemente a costa de CIU pero aún faltan  6 de esos votos perdidos de Mas y los suyos. Siguiendo la lógica de antes, y descartando pues que el trasvase de votos haya ido a parar a la izquierda llamada “radical”, sólo nos queda pensar que esos 6 escaños han ido a parar al otro partido de derechas, al partido que históricamente ha representado a los caciques de toda la geografía española: el PP. Si así fuera, el análisis cambia mucho, pues el PP habría perdido muchos de los votantes que habían apostado por ellos en las anteriores elecciones y en su lugar habría recibido a otros muchos “de prestado” de CIU ante la recién estrenada política independentista de Mas.

Según este análisis, se podrían obtener las siguientes conclusiones:

-                     La izquierda, sumando votos de PSC, Iniciativa, ERC y CUP, iguala a votos (1.600.000) a la derecha (CIU y PP)

-                     Las opciones nacionalistas (CIU,ERC,CUP), superan por amplio margen (74 escaños a 61) a los no nacionalistas, y eso que contamos entre los últimos algunos que se consideran abiertamente federalistas y republicanos (Iniciativa, por ejemplo)

-                     El PP pierde apoyo entre las clases populares, en un claro rechazo a su política estatal. El PSOE se hunde “por la herencia dejada al pobre gobierno”

-                     UPyD sigue invirtiendo dinerales en campañas y no tiene respaldo ninguno en Cataluña. Que alguien me explique cómo se financia este partido que apenas tiene afiliados ni apoyo electoral (ha sido superado en votos por el PACMA o Escons en Blanc)

-                     Ojo a la CUP. Eran de los pocos que además de la cuestión nacionalismo sí-nacionalismo no, llevaba un programa de medidas sociales definido.

-                     El sistema electoral injusto que hace que a los partidos minoritarios le salga más caro el escaño: A la CUP le sale cada uno por 42.000 votos y a Ciutadans por 30.000. En cambio a CIU por 22.000 y al PP por 24.000
 
Están son nuestras conclusiones. Puede que sean interesadas y parciales, pero seguro que no menos que los análisis “objetivos” de los profesionales de la política.

martes, 20 de noviembre de 2012


            El pasado mes de febrero salió publicado en El Mundo un artículo titulado “El suicidio, la epidemia del siglo XXI”. Sacaba a la luz datos sorprendentes, como por ejemplo que el suicidio es la causa más numerosa de muerte no natural en el mundo, por encima de guerras y accidentes de tráfico. Otro dato a destacar es que en España, cada cuarenta segundos se suicida una persona. Puede parecernos  exagerado, pero no lo es si nos paramos a pensarlo, pues casi todo el mundo tiene un caso cercano. Quizá ahí está la clave de porqué el suicidio es un tema tabú (condenaciones al infierno aparte): nos tenemos que parar a pensarlo. Nuestro cerebro funciona con este tema como lo hace con el resto de muertes traumáticas: cuando un ser querido decide quitarse la vida, aunque hacemos lo posible por mantener vivo su recuerdo, intentamos desterrar su forma de morir a lo más profundo de nuestro subconsciente para no rememorarlo en exceso.

            No extraña por tanto que también sea tema tabú en los medios de comunicación. Hay una norma ética en la carrera de periodismo que dice que “El suicidio no es noticia”. Podemos estar de acuerdo con esta afirmación, porque realmente, que una persona ponga fin a su vida no aporta nada de información. En cambio a veces sí aparece en los medios cuando la persona en cuestión decide hacerlo en público o de manera llamativa o cruel. Pero entonces, el hecho en sí de suicidarse aparece en un segundo plano. Por ejemplo, si uno se quema a lo bonzo, se destaca el motivo por el que lo hace, normalmente reivindicativo. En el segundo caso, si por ejemplo uno se quita la vida después de matar a su mujer, se destaca como un caso más de violencia de género. Nunca se profundiza en el hecho en sí de suicidarse, el hecho en sí de despreciar algo tan valioso como la propia vida. Habrá que pensar entonces que si la prensa omite o difumina los suicidios es por evitar llenar los noticiarios de material morboso. Pero en los medios hay ejemplos a miles cada día para descartar esa hipótesis. El argumento que se  utiliza para afirmar que el suicidio no sea noticia es, que no es conveniente publicar estas noticias para evitar el “Efecto llamada”. Periodismo responsable pues.

            Juan Carlos Pérez, sociólogo e hijo de suicida, publicó una obra llamada “La Mirada del suicida”. En ella hay varios testimonios de personas que han sufrido el suicidio de un ser querido, empezando por el propio autor. También aparecen estudios realizados por psicólogos donde analizan los rasgos más comunes de los suicidas. La mayoría de ellas podría deducirlas cualquiera y se resumen en dos: algún tipo de enfermedad mental e infelicidad. La primera causa es difícilmente diagnosticable y la mayoría de las veces, se manifiesta con el primer intento de suicidio. En cambio en la segunda, percibir la infelicidad de una persona próxima está al alcance de cualquiera. Es fácil identificar a una persona que sufre y no mucho más difícil interesarse por las causas de ese sufrimiento. También en este caso, la mayoría de las ocasiones los motivos que la causan son bastante fácil de imaginar: tristeza, soledad, mala situación económica y laboral o problemas sociales son los más habituales. No pocos suicidas se sienten solos y abandonados, y matarían por un poco de atención. Es por eso por el que se evita publicitar los suicidios, porque si una persona que se lo está planteando ve que otro lo hace y recibe un “reconocimiento social (ya sabemos que todos somos mejores cuando morimos), puede ser el impulso definitivo que le lleve a hacerlo.

            Es muy loable que los medios de comunicación velen porque no se extienda la moda del suicidio. Sin embargo, el número de suicidas es alarmante. Hace 50 años el número no excedía de 1.500 al año y ahora no baja de 3.000. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de suicidios en 2009 era de 3.429 y en 2010 de 3.145. Todavía no están las cifras de 2011 y 2012, pero todo hace indicar que el número aumentará y además, en más alto porcentaje. En cambio, el número de personas con alguna psicopatía no aumenta al mismo ritmo, por lo que quizá haya que buscar el motivo de ese aumento de muertes en la mayor infelicidad de las personas. La pregunta pues es sencilla: ¿Ha sucedido algo importante en España en los últimos 4 o 5 años? Efectivamente, es fácil deducir que la crisis y sus responsables están detrás de estas muertes. No hay ningún sociólogo que se atreva a afirmarlo aunque es la respuesta más sencilla a este aumento. Quizá no lo afirmen temiendo también el efecto llamada.

Estos últimos días estamos viendo que el “Efecto llamada” realmente existe. En apenas un mes se han dado varios casos de suicidios por un inminente desahucio. Incluso se han rescatado noticias de casos similares de hace algunos meses. La notoriedad en medios de las víctimas quizá ha empujado a otros a hacerlo y como consecuencia, el gobierno ha decidido ponerse a actuar. No porque lamente ser en gran parte responsable, sino porque ha surgido la alarma social.

            Quizá también todo este razonamiento sirva para explicar porqué en ocasiones se omiten informaciones que sí deberían tener más presencia en los medios por su relevancia, como fue el caso de la revolución islandesa. Quizá por miedo al “efecto llamada”. También explicaría porqué en España esta noticia tampoco tuvo apenas seguimiento

 


 

¿Miedo?
 

miércoles, 14 de noviembre de 2012


Hoy España está llamada a la huelga general. Es curioso que se haya puesto de moda la idea de que “yo no voy porque no sirve para nada” cuando en la historia podemos observar numerosos casos de huelga que sí sirvieron. Es más, no siempre tenemos que hacer las cosas únicamente por los resultados no? O eso pienso yo.

Otro argumento  que no comprendo es el de gente que está contratada por un organismo público, con lo cual es impensable que pudieran tomar represalias con él o ella, que tienen un sueldo que pasa de los tres ceros y que argumentan que si hacen huelga irán apretados todo el mes, se les descojonará el presupuesto familiar o “oye! Que yo pago una hipoteca!!”, cuando hay familias que pasan el mes con 400 euros, eso sí, las tardes no las pasan en un centro comercial ni comen en un restaurante los domingos. Comprendo casos personales de  coacción o amenazas por parte del impresentable del que depende tu puesto de trabajo. También comprendo, bueno, también se (porque no logro entenderlo) que hay gente que no la hace porque sencillamente está eye to e ye con el gobierno, feliz y contenta con su política antiplebe.
He husmeado entre las piernas de la historia para encontrar huelgas que sí sirvieron de algo, veamos:

EGIPTO
La primera huelga de la que se tiene constancia tuvo lugar en Egipto en el 1556 antes de Cristo. Los trabajadores que participaban en la construcción de la tumba a Ramsés III se negaron a seguir levantando el monumento funerario, ubicado en el Valle de los Reyes, hasta que no se les pagaran el salario atrasado. La protesta está recogida en un papiro de la época que se conserva en el Museo Egipcio de Turín.

La situación no fue nada fácil, pero los obreros finalmente llegaron a un acuerdo con las autoridades y su protesta fue llevada a las máximas jerarquías del Estado, el límite de tolerancia de los trabajadores se había rebasado. Finalmente se les entregó lo que se les adeudaba, pero se les prohibió volver a hacer una huelga (¿Por qué era efectiva?). Esta primera huelga sentó un modelo en Egipto, porque nunca desaparecieron.

ROMA
La Secessio plebis está considerada como la primera huelga general de la historia. Fue una forma de protesta de los pebleyos por los abusos de los patricios, a los que dejaban sin sus servicios abandonando la ciudad. De acuerdo a varios autores las secessio plebis forman la base del desarrollo del derecho constitucional romano.


ESPAÑA
El gobierno de Felipe González tuvo que enfrentarse a la mayor huelga general de la historia de España, convocada el 14 de diciembre de 1988. La huelga fue convocada por los sindicatos por una reforma laboral que abarataba el despido y que empeoraba las condiciones de contratación de los jóvenes y supuso la ruptura evidente del gobierno con UGT. Con un seguimiento masivo (ocho millones de personas, el 90% de la población activa de entonces, secundaron el paro), el país fue paralizado durante 24 horas, obligando al gobierno a negociar con los sindicatos. Felipe González recibió su primer gran golpe político. La reforma prevista fue retirada y se incrementó el gasto social.

INDIA
No hay que remontarse mucho para encontrar la mayor huelga de la historia. El pasado mes de febrero India celebró una gran huelga general que estuvo seguida por decenas de millones de trabajadores. Las reivindicaciones eran variadas, desde incrementar el salario mínimo, la lucha contra la corrupción o la defensa del sector público.


Hasta aquí mi selección de huelgas. Obviamente las huelgas más efectivas son las que tienen un mayor seguimiento, con lo cual el argumento de “no sirven para nada” queda desterrado al fondo del WC, cuando esas mismas personas con las causa de que no funcionen. Hemos de plantearnos que si el Gobierno quiere restringirlas es precisamente porque las temen.
Para cerrar este post nombraré una última huelga: en España fue muy importante la gran huelga minera de Asturias en la primavera de 1962.La denominada “huelgona” se extendió después a otras zonas del país y tuvo una importante repercusión internacional. Contó con el apoyo de gran número de intelectuales españoles y extranjeros. El régimen del dictador Francisco Franco respondió de la única manera que sabía hacerlo: con encarcelamientos, torturas, destierros. Vaya, otra vez el miedo al pueblo, reducido con violència.


Y esta es  mi humilde opinión sin pretensión de violentar a nadie que no esté de acuerdo conmigo.
 




viernes, 9 de noviembre de 2012


  Gabriel García Márquez dijo en una ocasión: ‘‘los escritores han gastado mucho las palabras. Han dicho muchas tonterías sobre la necesidad de escribir, sobre la vocación del escritor. Se siente la necesidad de escribir como se siente la necesidad de tomar agua. Uno siente sed”. Me gustó. Me gustó porque a veces parece que si uno dice con la boca pequeña que también escribe tiene que tener grandes pretensiones o parece que las tenga. A veces uno escribe porque siente esa necesidad igual que puede sentir la necesidad de hablar con alguien cercano. ¿Porqué sino hay tantos psicólogos que hacen escribir a sus pacientes sobre sus emociones?
  He llegado a leer que al ser humano le gusta escribir para entender su vida, otros sienten la necesidad de plasmar el torrente de palabras e ideas que bulle dentro de su cerebro y finalmente supongo que el que ama leer, acaba jugando a escribir sea lo que sea. Obviamente hay una gran diferencia entre aficionados y artistas, como explicó Truman Capote en un prologo a propósito de sus comienzos: «Al principio fue muy divertido. Dejó de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y escribir mal; y luego hice otro descubrimiento más alarmante todavía: la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero; es sutil pero brutal.»

  Hoy internet brinda la posibilidad de que cualquier mindundi motivado como nosotros se  lance al abismo de las palabras sin la menor consideración y airee sus escritos  ante los ojos de los demás mediante un blog. La temática podrá ser cualquiera, aunque ya sabéis de qué pié cojeamos.
Y así queda inaugurado  “Psyches Iatreion”, un nombre quizá algo pretencioso, pero toda ilusión tiene su pretensión...

PSYCHES IATREION
- Antigua inscripción griega colocada sobre la puerta de la biblioteca de Thebas
cuyo significado es “lugar de sanación de la psique (alma/mente)”